jueves, 29 de noviembre de 2007

Querz

Mi cuerpo sintió una sensación de alivio, sentí que mis pies se elevaban de la aparentemente tan cercana tierra. Efectivamente mis pies no tocaban la tierra, el suelo estaba a unos dos metros debajo de mí. La energía que me rodeaba era tan poderosa que quien osara acercarse de seguro tendría que retroceder por la estática, a no ser que deseara desaparecer y convertirse en cenizas.
Cerca del espacio que cubría mi energía se encontraba mirándome fijamente un chico que tal vez vi en alguna oportunidad en el camino que recorría diariamente hacia mi casa, sin embargo eso ya no importa: está muerto. Después de que aquel hombre… desgracia de mi existencia… se acercara a mí, nunca volví a ser la niña tierna e inocente que alguna vez fui. El odio consumió mis sentimientos más nobles, esos sentimientos que te permiten perdonarle la vida a un traidor o a quien matar a tu mascota, pero como ya dije…esos sentimientos me abandonaron por completo.
No soy una máquina, porque una máquina no siente y yo siento…odio. La mañana del día H abandoné los sentimientos que me convertían en la niña dulce, ahora soy el producto de un mundo regido por la tecno-ciencia, un mundo en el que el amor existe, sí, pero disfrazado por la razón.

Mientras camino a mi lugar de trabajo, veo que alguien me sigue. Cuando doblo la esquina, me toma del brazo un hombre de mediana edad, lo presiona fuerte contra su pecho mientras intenta quitarme mi bolso. Él no sabe que yo sé cómo deshacerme de él, no tiene idea. Mientras en una fracción de segundos cree haberme engañado, tomo su mano que apretaba la mía con mi mano libre y la doblo con fuerza, cuidando no quebrarla. El hombre soltó mi brazo y retrocedió un paso. Pensé dejarlo ir, pero no podía olvidar el susto que me hizo pasar, por lo que lo volví a meditar: debo vengarme. Mientras el hombre retrocedía tomando su mano por el dolor me aproximé rápidamente a él y con un salto extendí mi pierna izquierda, que dio en su cabeza. Nunca volvió a seguir a nadie.
Supe que al poco rato llegó una ambulancia, pero era tarde para el infeliz, su cuello estaba roto y sus conexiones sinápticas también. Su muerte no fue presenciada por nadie, o al menos nadie me delató, ya que era difícil pensar que una niña con cara de inocencia hiriera ni mucho menos matara a alguien. Por ello quedé impune. Me crearon con esta cara precisamente para cumplir con este trabajo: eliminar a la escoria de la sociedad y hacer justicia en el oscuro mundo que he tenido que habitar.
Llegué como cualquier día a mis quehaceres cotidianos, nada fuera de lo común (excepto por la muerte del infeliz), pero algo me decía que Querz planeaba algo en el momento de mi llegada. Querz es mi padre ético.
Querz me manipuló desde el día en que me conoció y ese es el día en el que realmente nací, ya que mi vida antes de eso no es digna de ser recordada. Al ir a ese espacio en mi memoria sólo veo dolor y sufrimiento, sentimientos que me han abandonado por completo. Paso mis días sin sentir, sólo pienso en mi misión.

Querz me ha dicho que hay un hombre interesado en conocerme, quiere contratar mis servicios, pero no sé a qué servicios se referirá, puesto que mi ocupación es la que decida mi padre, puedo ser una geisha, una asesina, una prostituta, una profesora, una actriz, lo que mi padre me diga que haga es lo que tengo que hacer y no por gusto personal, sino que porque le debo la vida. Me salvó de las garras de mis padres biológicos, literalmente. Mis padres eran vampiros… vampiros sedientos y violentos que desearon matarme cuando no encontraron comida cerca. Es necesario preguntarse en primer lugar: ¿cómo es posible que existan los vampiros? y luego ¿si de verdad existen qué hacía este Querz en un lugar como ese? Para responder debo explicar que los vampiros sí existen, que yo soy una de ellos, pero que mis sentidos no se desarrollaron completamente debido a la separación que tuve de mis padres, puesto que un vampiro debe vivir con sus padres al menos seis años para tener la herramientas suficientes para ser un vampiro puro. Yo viví tres años con ellos.
Querz es un humano, pero tiene capacidades psicológicas superiores y por eso es capaz de vernos y acercarse a nosotros sin problemas. Él puede mover objetos sin tocarlos, puede incluso romper cosas con su mente, y este don al parecer pude adquirirlo en mi relación con él, o es probable que yo haya tenido esta capacidad desde siempre…no sabría explicarlo realmente.
Cada vez que mato siento una presión en mi pecho muy fuerte, como si alguien o algo entrar en él e intentara arrancar una parte de mí.
El hombre con quien me encontraría es un líder político del sector de elite de la nación, no sé su nombre ni me importa saberlo, tampoco me importaba su rostro, nada de él me interesaba, ya que no viviría mucho tiempo en mi compañía. Hoy debo ser una prostituta, debo convencer a este hombre. Nos juntamos en la esquina de una calle oscura, no vi el nombre de la calle, sólo me dejaron ahí y se fueron, yo esperé un par de minutos hasta que llegó el sujeto. Era alto, delgado, no recuerdo su rostro, sólo lo vi como un todo sin poder evitar estas características. Me saludó y me tomó del brazo obligándome a avanzar hacia un hotel cercano, donde consiguió un cuarto en el que entramos rápidamente. Me dijo que me desvistiera rápido porque no tenía mucho tiempo.
- soy un hombre casado, así que apúrate.
- Como usted diga señor

Obedecí dócilmente, me desvestí rápido y una vez se hubo acercado a mí intentando tener relaciones sexuales conmigo, lo miré fijamente a los ojos con una actitud que lo hizo retroceder
- es un hombre casado, ¿espera que eso me detenga cuando planeo matarlo?

El malnacido rió a carcajadas, eso me enfureció. Se abalanzó con fuerza sobre mí buscando su cinturón para aflojarlo, pero mi mano tomó rápidamente mi arma favorita: una daga curva que me dio Querz, con ella corté su cuello en un instante. Mientras la sangre salpicaba mi cara y corría por su blusa pulcramente planchada esa mañana, su mirada se fijó en mí:
- era un hombre casado, recuérdelo si cree en Dios porque le hará falta –dije mientras una sonrisa malévola se posaba en mis labios-.

Era tarde para el burócrata, sus ojos perdieron el brillo que en algún momento tuvieron. Y ni siquiera disfrutó el pecado que pretendía.
Me vestí tranquilamente después de lavar la sangre de mi rostro y cuerpo, para luego salir de la habitación y dirigirme al mismo automóvil que me dejó en la esquina horas antes.

Si se trata de ser sincera nunca he sentido amor, pero no pierdo la esperanza de que en algún momento volveré a sentir compasión o remordimiento por mis actos y quienes los viven.

Ha sonado el teléfono. Lo contesté por temor a ser considerada una antisocial o misántropo, aunque en realidad lo sea. Al tomar mi celular escucho a un hombre con acento poblacional que dice que le pasen su teléfono, entonces se oyen gemidos de una mujer; gemidos de placer que al parecer son producidos por el hombre del teléfono. Lo primero que pienso es que estas personas no sienten amor el uno por el otro, puesto que de otra forma no tendrían un teléfono a su lado ni llamarían a personas al azar mientras tienen relaciones sexuales. Esta idea me lleva a la decisión de exterminarlos, ya que alguien que no aprecia sus sentimientos no merece vivir.
Mi poder me permite intervenir la llamada para conocer el lugar del que se recibe dicha llamada. Teletransportación.
Es una casa pequeña, con reja de madera. Es medio día y en la calle hay un grupo de niños jugando con una pelota. Cuando me ven se acercan a mí dos de ellos y me preguntan qué hago en ese lugar, puesto que no está permitido que nadie se acerque a su territorio. Son pandillas que pelean como perros por su territorio y son capaces de destruir a quien se acerque.
Su matonaje no me interesa, quiero venganza.
Al ver que los he ignorado me prohíben el paso empujándome contra la pared de la casa vecina a mi objetivo. Les advierto que no es una buena idea, pero hacen caso omiso de mi advertencia. Empujo a quienes me impiden el paso y avanzo por el living de la casita. Llego a la habitación en la primera puerta a mi derecha desde la entrada. Ahí están.
Con un teléfono en la mano cerca de su almohada para que quien estuviera al otro lado escuchara sus gemidos. Al verme no parece importarles que hubiera alguien, y menos su hijo de no más de nueve años, que los ve como si fuera una escena familiar a la hora de cenar.

- no puede detenerla, empujó a mi hermano y entró igual
- fuera de la habitación, niño –le dije sacándolo de la pieza y cerrando la frágil puerta.
A ver si ahora siguen abusando de su momento de gloria hijos de puta

Saqué de mi costado la daga que uso cuando quiero divertirme y me acerqué rápidamente al hombre, que al notar que mis intenciones de matarlo eran serias, salió de la cama desesperado, dejando a la mujer jadeando y llorando de terror. El cobarde se escapó de la habitación, mientras del pecho de la mujer brotaban grandes cantidades de sangre hirviendo. Su cuerpo era obeso, deforme, me recordó esas estatuas de las mujeres gordas. Era la pareja perfecta del que se escapó. Ella murió en poco tiempo, pero no pude ver su fin, ya que mis pies se dirigieron prontamente hacia la puerta de la pieza, donde por poco me corta la cabeza un hacha que traía el hijo del asqueroso cobarde (debe haber tenido unos quince años). Yo no estaba para soportar estupideces, pero no tuve otra opción que evitar al chico lo más posible.
Entramos a la habitación nuevamente y como el chico al parecer no sabía manipular bien el arma, el peso lo llevó a la cama en la que yacía el cuerpo inerte de su madre, (o la puta de su padre, no hay certeza de su condición) en quien se clavó el hacha.
Tras un brusco giro del chico al perder su arma, mi mano tomó su delgado cuello para estrangularlo, pero un ápice de ternura me impidió concretar mi propósito. ¿Será que estoy recuperando mis sentimientos? Es cierto que quiero recuperarlos, pero no ahora que mi vida peligra, antes debo acabar con esta escoria. Después de todo, el chico no dudará en matarme si no lo hago yo. Es como cuando nos enfrentamos a una loxosceles laeta en nuestros hogares, poniéndonos a la defensiva y matándola antes que ella acabe con nuestra vida (claro que esto es una suposición).
Al pensar en esta situación mi mano se posicionó nuevamente con firmeza en su cuello, esta vez acabando con su vida. Sus ojos se salieron de sus cuencas y su cutis ahora no era moreno, sino que se tornó morado.
El hombre cobarde que se arrancó no debía estar lejos, así que salí raudamente en su búsqueda. Al salir de la casa había alrededor de treinta personas esperándome para acabar con mi vida, sin embargo yo no tenía intenciones de acabar con ellos, por lo que me dispuse a usar mis poderes de levitación y vuelo, aunque no los he perfeccionado. Mis pies se elevaron lentamente del suelo desafiando la ley de gravedad y mis manos ascendieron hasta alcanzar una posición horizontal. No volé, me teletrasporté, era más seguro.
No maté al hombre, pero espero encontrarlo en otra ocasión.

En mi vida diaria he integrado un elemento que me parecía imposible de considerar como parte de mí: el amor. Es cierto que es una palabra trillada y utilizada la mayor parte del tiempo con liviandad extrema. Sin embargo creo que para integrar esta palabra al vocabulario antes se debe sentir un gran aprecio hacia alguien. Aún así me molesta terriblemente mencionar esta palabra, puesto que la encuentro demasiado grande para describir un sentimiento, o al contrario. Es una palabra demasiado pequeña para describir una sensación tan grande, una sensación imposible de comunicar y más aún de reducir a una palabra (es mucho más que “sin muerte” o que vivir).
Este sentimiento surgió en mí después de reflexionar sobre mi existencia en este mundo. No soy humana, no soy por completo una máquina y sin embargo siento que soy algo. Pero qué. No he podido responder a esta interrogante que me envuelve. Las muertes que he atraído a quienes no considero dignos de vivir (porque esa es la razón que me lleva a aniquilar a las personas) me han llevado a cuestionar este tema que comienza a poseerme, el del amor.
Una persona que considero buena ha despertado en mí estos sentimientos que consideré indignos de mí, por eliminar sin compasión a quien interviniera en mi camino. No podría hacerle daño, por el contrario quiero que esté bien, que nadie le haga daño, seré su protectora, no su exterminadora. No seré su sirvienta, pero intentaré ayudarlo en todo lo que me sea posible. Estos pensamientos unidos a mis sentimientos jamás se habían presentado antes en mi débil existencia moral, es por eso que aprecio enormemente que me haya presentado este lado humano.
Temo que mis enemigos descubran mis sentimientos, ya que intentarán hacerle daño y será más fácil acabar conmigo si apelan a esta condición. Pero no me rendiré ante nada, seré fuerte y haré justicia. No me importa si existen en una nación partidos políticos de derecha o izquierda, no me importa si existen ricos y pobre, no me importan las diferencias, pero siempre que se mantengan en un límite razonable para una mente cuerda (según reglas generales). Por la justicia lucharé hasta el fin, incluso si para lograrlo debo sacrificar ese sentimiento tan profundo que no me atrevo a volver a nombrar. Una vez basta para que se entienda, pero no para explicar mí idea de la imposibilidad del lenguaje.
Todo este sentimiento que ha nacido en mí estaba oculto debido a la imposición de la razón, pero aunque pretendan esconderlo la naturaleza se sobrepuso, a pesar de que pretendieron crearme eliminando mis sentimientos. Ahora soy una máquina con sentimientos, pero no podré ser humana jamás.

He vuelto a mi esencia. Soy VS987.

miércoles, 28 de noviembre de 2007


Esto no tiene título porque no me interesa un título.

Lo único que quiero es expresar pesamiento sobre el tiempo y la conciencia de la angustiosa brevedad de la existencia en el mundo. Es la pregunta del por qué, entre tantas especies, sólo los humanos tenemos conciencia de nosotros mismos y del entorno. Realmente en este mundo ¿somos los únicos capaces de pensar y reflexionar sobre nuestra existencia? Es un planteamiento muy triste y que denota vanidad, pero nos acompaña desde los inicios de la ilustración del pensamiento (sería mejor hablar de la capacidad de plasmar el pensamiento).

Este pensamiento humano no va más allá del puro pensamiento, porque ¿es el lenguaje capaz de representar los pensamientos tal como se nos presentan?, o como queremos expresarlos.

De ser así: pensamiento-lenguaje/ comunicación, hay una paradoja del tiempo, ya que el pensamiento y el tiempo no están conectados. se intenta temporalizar la reflexión, pero el pensamiento no se desarrolla en un marco temporal. Se intenta explicar lo inexplicable, al igual que cuando en la sociedad se intenta entender (eso dependerá de cada individuo) o más bien explicar temas comprensibles sólo en un ámbito de fe.

teniendo en cuenta lo anterior la infinidad del tiempo es comprensible solamente en el campo de la reflexión, ya que si intentamos explicar lo infinito en un mundo finito no habrá punto de encuentro: en tratar de hacer posible lo imposible.

viernes, 12 de octubre de 2007

Música


Bueno, la música...¿qué sería sin música? Realmente la necesito, es realmente un privilegio vivr en el siglo XXI, aunque haber nacido a finales del siglo XX ya es un privilegio. Una amplia gama de estilos musicales me rodean, gente que se adhiere a uno de ellos como a sectas, grupos de personas reunidas en torno a sus ídolos.

Si lo pienso mejor, es realmente favorable la explosión musical que caracteriza a la sociedad actual, con los pendrive que pueden guardar muchas canciones y me permite evadirme durante horas del resto del mundo. Lo bueno es justamente que se crea una burbuja en torno a quien escucha, pero ¿soy consciente de las notas musicales y las bellas composiciones que deleitan diariamente mis oídos? o ¿será que son tantas las canciones que puedo escuchar diariamente que no puedo recordar bien su composición? Son las ventajas y desventajas de poseer tanto material intelectual que otros crearon para mi deleite.

Pensando en Oscar Wilde y el edonismo, puedo trasladarme a la actualidad y ver la música desde la superficialidad, al igual que se puede ver en la estética corporal, la visión de una belleza enfermiza que se ha instalado en la sociedad occidental debido a una exigencia exagerada en los prototipos de lo que debe ser. La música no estaría tan alejada de esta visión, ya que ¿podemos decir que la música es por sí misma, como el arte por el arte? o está sirviendo a los intereses de la sociedad capitalista con las exigencias enfermizas que impone?

Que esto sirva para la reflexión de quien lo lea y ojalá lo lleven a su experiencia.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Estrés

Tal vez se hayan preguntado por qué siempre que se pasa por un período de estrés en la sociedad comienzan a aparecer propagnadas en todas partes que ayuden a dar ánimo; colores vivos, todos sonriendo, modelos esqueléticas y hombres de dudosa sexualidad. Esta lógica es buena en cuanto nos permite pensar en un "ideal" alcanzable o realizable, pero por otro lado está el problema de quienes planifican de estas cosas, puesto que no se hacen cargo de la realidad, sino que por el contrario intentan tomar un sector privilegiado de la sociedad y expandirlo al resto del pueblo.
El pueblo pensará que esta imágen es la real, la que está bien, pero en este pensamiento nos olvidamos, puesto que me incluyo en este grupo, de lo que somos, de mirar nuestra realidad y de intentar buscar una imágen acomodad a este espacio.
Estamos tapando con belleza lo que sucede en nuestra vida, pues ¿podríamos decir que nuestra vida es bella?. Desde la mañana debemos luchar con la multitud inagotable de los vecinos en el transporte santiaguino hasta la tarde, cuando estamos cansados del día debemos lidiar nuevamente con estas situaciones. Nuevamente pregunto ¿Es bella nuestra vida? y más trágico aún, ¿es sensato creerle a esas imágenes idílicas, es prudente intentar alcanzar sus vidas? o ¿será que no es Santiago, sino que es más bien Santiagos?
De acuerdo, hay diferencias de clases como es normal en una sociedad capitalista, pero por ello se da esta contradicción de igualdad de ideales y consecuentemente de metas.

lunes, 8 de octubre de 2007

Hola, esto es un comienzo para mí en los blog, ojalá funcione

Vampira




�Qu� tipo de vampiro eres? - El test!


Miembro de la Guardia de los Volturi.

Drácula

Drácula
Para relacionarlo con el título

Datos personales